La voz habla, canta. La voz dice, cuenta, narra, trasmite… se calla. La voz en la música es un instrumento musical. Soema Montenegro, con su voz, logra amalgamar poesía, sensaciones y sonidos. Hace que su voz hable y cante por sí misma.
Todo esto reflejado en su disco "Passionaria", el cual compartió con nosotros. Un disco que recorre sonoridades que nos pintan paisajes del folclore latinoamericano y de ciudades portuarias. Un disco donde suenan desde una milonga, pasando por el valsecito criollo, el huayno, una vidala y de repente un fado.
Todos estos géneros atravesados por la voz de Soema, como un instrumento más, que suena por momentos de manera muy técnica y académica y por otros nos sobresalta con alguna revelación chamánica o guiños populares como sonidos guturales y gemidos.
"Investigando y explorando la voz día a día, el canto se renueva completo, se mueve", escribió Soema y de alguna manera, su último trabajo no deja de dar cuenta de esta afirmación. Su música, su voz nos dan rienda suelta a la escucha y nos interpela improvisando dentro de temas que a modo de juegos sonoros narran, cuentan y cantan poesía.
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