Cada pueblo, cada ciudad tiene su música, su historia y personalidad, en definitiva: su Identidad. Portugal y Buenos Aires, dos ciudades que nacen, crecen y se constituyen desde un puerto; que se reconocen con añoranzas de mar, con intensidades y músicas nostálgicas que, a veces, nos piantan un lagrimón. En ellas encontramos historias de destierros y migraciones, de hombres y mujeres con sueños y fuerzas de echar manos al destino.
Dos ciudades que se manifiestan en sus versos y le cantan a la añoranza. El Fado y el Tango, voces fuertes pero dulces que desprenden pensamientos amargos, que expresan las dificultades de la vida, el amor perdido, la emigración o la nostalgia de los territorios de ultramar.
Junto a Karina Beorlegui y su Fado Tango Club, compartimos en Alquimia una noche a pura historia, encanto y nostalgia.
Dos ciudades que se manifiestan en sus versos y le cantan a la añoranza. El Fado y el Tango, voces fuertes pero dulces que desprenden pensamientos amargos, que expresan las dificultades de la vida, el amor perdido, la emigración o la nostalgia de los territorios de ultramar.Junto a Karina Beorlegui y su Fado Tango Club, compartimos en Alquimia una noche a pura historia, encanto y nostalgia.
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